La aparición de síntomas se da entre el día 1 y 14 después del contagio; en promedio, en los días 5 y 6.
Al término de esta batalla el virus muere solo en la mayoría de los casos. 8 de cada 10 pacientes dejarán de tener síntomas con el paso de los días.
Al no haber un antiviral específico para el SARS-Cov2 sólo se da medicina para los síntomas que éste provoca (el dolor de cabeza, la tos, la diarrea, etc.)
Sin embargo, en algunos casos la batalla puede complicarse y llevar al paciente a un estado grave, en el que puede haber dificultad para respirar, la cual se presenta como consecuencia de una sobre reacción del sistema inmunitario atacando a las células pulmonares.
Esto ocasiona una obstrucción de los pulmones con fluido y células moribundas, provocando una neumonía. que en la que los casos más severos puede llegar a la muerte.
Durante esta complicación es necesario asistir al paciente para que pueda respirar y tenga posibilidades de sobrevivir. En este caso es primordial contar con tanques de oxígeno, concentradores del mismo o incluso hospitalizar al paciente para realizar una intubación y permitir que la respiración se cumpla, logrando que el organismo pueda superar la crisis.